Parece que al fin Valentino comienza a escoger el buen camino tras abandonar al fin el ñoñismo que tan mal había hecho a la casa y que tan poco Valentino era. Esta temporada nos presentan una colección sobresaliente que en nuestra humilde opinión tiene un corte y unos tejidos exquisitos y llenos de gracia y enorme elegancia por encima de el resto de desfiles vistos estos días.
Con el blanco y el negro como colores principales además de las importantes pinceladas de rojo Valentino nos muestran una colección con magníficos bordados, transparencias, pedrería y encajes en su justa medida con sobriedad y sin excesos siempre exquisitos, elegantes y con mucha clase.
Especial mención al vestido con la capa transparente y negra que recrea una jaula y el vestido blanco con pájaros bordados ¿se puede ser más sublime? ¿cual ha sido vuestra impresión del desfile?
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