Difícil fue el trabajo que se le impuso a Raf Simons al tomar el mando de Dior sobre todo tras la marcha de el gran Galliano y es que remontar a la maison francesa tras tantos años de grandeza y desbordante creatividad no es moco de pavo pero Simons ha sabido volver al Dior más elegante y sobrio y dotarlo de femineidad y elegancia. Si su anterior colección de alta costura me gusto pero no entusiasmo está ha terminado de ganarme, me quito el sombrero.
Como voto negativo diré que hubiese quitado alguno de los conjuntos de falda que me parecen muy poca cosa para ser alta costura y resaltare porque me han enamorado los cuatro últimos vestidos que me parecen de ensueño y el conjunto de falda larga y top blancos, increible.
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