Personalmente, una de las cosas más esperadas para mi de esta temporada era Schiaparelli y sobre todo la colaboración de Christian Lacroix. Pues bien aquí lo tenemos al fin y en general no podía estar más encantada, es absolutamente él y no hay diseño del que no este enamorada y es que desde que dejo la costura le he echado demasiado de menos.
Los toques de las plumas son impresionantes, la torera fantástica, los sombreros y tocados son amor al detalle, vestidos largos únicos y como siempre divertidos que se salen de lo normal y aburrido. Ese amor al detalle en cada prenda, en cada abrigo. Esto si es alta costura.
Así pues 18 pedacitos de gloria, perfección y buen hacer para disfrutar. Sólo una cosa que lamentar... no poder verlos sobre modelos. Gracias señor Lacroix por volver a hacerme soñar. Esperemos que las futuras colaboraciones de la casa sean tan maravillosas.
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