Esperaba con impaciencia el desfile de la casa Italiana y no me decepciono, Gucci tiene una cosa y es que no agota siempre la misma formula hasta la saciedad sabe cambiar, arriesgarse y cambiar con cada temporada.
Si el pasado invierno nos ofrecían una mujer oscura con siluetas menos definidas para este invierno se han pegado un lavado de cara, el pelo apartado del rostro y ya nada de labios oscuros. Los labios en nude y una mirada profunda mientras las prendas que visten a la mujer de Gucci adquieren una silueta más clásica con faldas en tubo y escotes sugerentes sin ser excesivos y sin las transparencias pasadas.
Vemos pocos estampados y colores suaves, negro, berenjena, ocres, naranjas suaves en ricos materiales y sobre todo cuero y pieles adecuados en esta época del año. Su apuesta para la noche vuelven a ser las transparencias esta vez complementadas con satén, brillos y plumas en composiciones originales ya sea en vestidos o monos de fiesta.
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